viernes, 27 de marzo de 2020

Desplegamos el mapa sobre la mesa del comedor.
-Creo que lo mejor que podemos hacer, ahora mismo, es ir a Cerro Muriano y abastecernos –dijo Paula.- De gasolina vamos a la mitad, aguantamos. Quizás allí podamos encontrar armas nuevas o munición para las que tenemos.
-Pero, ¿y si la base militar aún sigue estando habitada?
-Lo importante es no acercarnos a ella. Conozco Cerro Muriano, mi un amigo trabajaba allí. El cuartel de la Guardia Civil está fuera de la base y justo al lado hay una gasolinera. Si la memoria no me falla, cerca hay una armería.
-¿Una gasolinera junto a un complejo militar? La han arrasado ya seguro.
-Ya… Seguramente tengas razón.
-Aquí está Trasierra -señalé en el mapa -  no es muy lejos. Allí hay una gasolinera y creo recordar que una armería. Es un pequeño barrio de casas de verano. Serían diez o quince minutos por esta carretera.

Fui señalando en el mapa el recorrido, hasta que llegué a una urbanización bastante grande que tendríamos que bordear. ¿Qué posibilidades había de que quedaran Zfir por allí? Tendríamos que darnos mucha prisa. La armería no sería difícil, pero estaba en el punto por donde debíamos salir de allí. La gasolinera tenía que se la primera parada. Eso no sería tan fácil.

-¿Qué tal llevas el robo de gasolina?
-Fatal. Sólo aprendí la lección de las cerraduras, no la de los surtidores de gasolina. Pero tenemos que jugárnosla. O eso o comenzar a caminar.
-Vale, bueno. La pregunta del millón. ¿Después, a dónde? Porque de allí vamos a salir con prisa.
-Estas montañas de aquí podrían estar bien. – Señaló un punto en Sierra Morena.- Se supone que por allí pasa un riachuelo, ¿cómo lo ves? ¿Será demasiado cerca?
-Yo te diría que sí. ¿Qué te parece por aquí?
-Cerca de Despeñaperros. Es buena opción, está lejos, hay montañas y estará plagado de arroyos. Cuando acabemos en el barrio que dices, ¿Trassierra? – asentí- salimos pitando en aquella dirección. ¿Qué carretera tendríamos que coger?
-Deberíamos ir por carreteras comarcales. Dame un segundo.

Enlazar las carreteras y caminos que debíamos transitar para evitar los sitios poblados era un tetris, pero los mapas se me habían dado bien desde pequeña. Cogí un papel, porque el GPS iba a servirnos de poco, y me dispuse a ir apuntando la lista de carreteras y desvíos por los que debíamos conducir para llegar a aquel trozo de geografía verde. Comencé a dibujar un croquis mientras iba señalando en nuestro mapa y explicándoselo a Paula.
Tendríamos que conducir, mayoritariamente por caminos de tierra. Eso haría que el viaje fuera lento. En su mayoría sería línea recta hacia el este, pero tendríamos que hacer desvíos y dar algunas vueltas para evitar poblaciones como Adamuz y algunos embalses. Hace tres meses, llegar allí habría conllevado un par de horas. Ahora nos llevaría incluso un día o dos, descansando de vez en cuando y parando cuando no hubiera luz solar.

Una vez decididos nuestros siguientes pasos, volvimos a preparar nuestra carga. Juntamos con nuestras provisiones lo poco que habíamos encontrado en la cocina. No había mucho para aprovechar, lo mejor, un tarro de azúcar, unas latas de atún y tres brick de tomate frito.
Mi adquisición favorita: el bate de béisbol sin dudarlo.


En breves iremos a la cama. Saldremos mañana por la mañana, más nos vale descansar porque van a ser unos días complicados.