jueves, 27 de febrero de 2020

Vale, no puedo volver a hacer ese mal uso del poco alcohol que tengo en casa. Habría estado curioso haber acabado inmersa en un coma etílico unas horas después de haber salvado el culo a base de cuchilladas. Además este dolor de cabeza no me deja pensar.

Esta mañana ha habido varios cortes de luz. Era cuestión de tiempo que esto ocurriera. Estoy comenzando a no fiarme del agua, pero tengo lejía para potabilizar el agua que coja del grifo. Desde hace unos días tenía algunas tareas pendientes respecto a la casa de Fran. A primera hora de la mañana he cogido algo de comida y agua para llevar al coche. Seguía donde lo dejé, en la misma forma que lo dejé. Le hierba crece, por lo que cada vez está más escondido. He aprovechado para dejarlo cinco minutos arrancado, si quiero usarlo algún día tiene que tener batería, sino es un mueble.
Después he desmontado sus máquinas de gimnasio para llevarlas a casa. Todo es musculatura. Para hacer algo de ejercicio aeróbico me he marcado una ruta en casa que pasa por las escaleras. No es mucho, pero necesito moverme y mantener un poco la forma. Estos días la ruta ha sido un poco más corta. He obviado la parte del patio, esta refrescando y no me gustaría resfriarme. Yo tengo un problema: bronquitis crónica. Si me resfrío, se me deriva en bronquitis y me pongo muy mal. Pero sobre todo, mi tos es muy escandalosa. Tengo que intentar no llamar la atención más de la cuenta y tengo que intentar no enfermar. Creo que en este nuevo mundo no hay mucha ayuda posible.

El resto de la tarde lo he pasado familiarizándome con la escopeta. Conseguí en uno de los pocos ratos que hubo electricidad, descargar un vídeo para ver un poco sus partes y cómo funciona. Los días de aprendizaje también son importantes.