martes, 18 de febrero de 2020

Esta mañana, la prensa digital ha amanecido con una noticia capaz de dejar en shock a cualquier lector.
Al parecer, esta madrugada ha sido bastante movida en la ciudad de Barcelona. Un “levantado” consiguió escapar del hospital Clínico y, no se sabe muy bien cómo, dio con otro que vagaba por los jardines de Monserrat. Juntos comenzaron su camino infernal. Se dirigieron hacia la avenida Joseph Tarradellas buscando, repito, BUSCANDO, personas vivas. A los que encontraban los asesinaban a golpes, incluso desmembrándolos. 
La gente que los vio desde su ventana, alertados por los gritos, dicen que se organizaban perfectamente. Como si hablaran todo lo que iban a hacer. Parece descabellado, ¿verdad? Yo tampoco me lo creería si no fuera por los vídeos que circulan por la red y los noticiarios, en los que se ven perfectamente como atrapan a personas de una forma ORGANIZADA.

En el vídeo más difundido, se ve a un chico sentado en el suelo detrás de un coche aparcado, escondiéndose.
-Lo venían persiguiendo desde la esquina. El nen les ha sacado ventaja y se ha escondido ahí. –susurraba el improvisado cámara.
A los pocos segundos se veía aparecer por la famosa esquina a los dos perseguidores. A pesar de la oscuridad parecían muy ágiles para estar muertos, pero muy torpes para estar vivos. Daba la sensación de que querían correr pero no podían y, en su lugar, se acercaban a una especie de marcha rápida desestabilizada. Al acercarse a su objetivo (¿cómo habrían detectado su cercanía?) y enlentecer su marcha, parecía que su estabilidad había mejorado.
-Lo han encontrado nen, lo han encontrado.
Cada uno de los levantados rodeó el coche por un costado y el chico comenzó rápidamente a escabullirse por debajo. En respuesta, uno de los perseguidores se subió encima del capó del coche. Y se quedó allí.
-Pero ¿qué cojones está pasando? – el hombre que grababa parecía realmente desesperado por la escena. A mí también se me estaba descomponiendo el cuerpo. Tanto por lo que estaba viendo como p por lo que significaba.
El levantado que había rodeado el coche, comenzaba a arrastrarse por donde se había escabullido el chico unos momentos antes. Este, sin ver rastro del otro, intentó salir de su escondrijo por el lado contrario, sin saber que había alguien esperándole.
- No, no, nen no…
Cuando consiguió sacar medio cuerpo de debajo el coche, el levantado lo cogió del cuello y, a la fuerza, terminó de sacarle de su escondrijo. Forcejearon hasta que llegó el otro levantado y juntos, pudieron hacerse con él. Mientras uno le golpeaba la cara contra el capó del coche, el otro forzaba sus brazos cruzados en la espalda, tirando se sus muñecas, hasta que terminó desencajándolos. Acto seguido, comenzó a darle puñetazos en las piernas.
La imagen se perdió al moverse la cámara, transmitiendo la desesperación del señor que grababa. Cuando volvió a grabar, sólo se veía un cuerpo desmadejado tirado en el suelo.

Tras el final de las imágenes, soy incapaz de recordar cuanto tiempo estuve acariciando a Perita en silencio. La prensa y las redes los llaman los Zfir. Pero, ¿son zombies? ¿Están completamente muertos? ¿O estamos matando a nuestros familiares, amigos, vecinos, que sólo han enloquecido y necesitan ayuda?
¿Qué son capaces de hacer para hacernos daño? ¿Por qué esa saña?
Sólo puedo hacerme preguntas y más preguntas, cuando debería mover el culo para mantenerme cuerda.

Por cierto, hoy terminé el “acristalamiento” del patio, al final no ha quedado nada mal. Tardé dos días, pero me siento algo más segura. Creo que debería añadir algunas mejoras más respecto a autoprotección. Seguiré reflexionando sobre ello.
Mientras, acabo de volver a intentar llamar a mi padre. Esta vez no salía ocupado, daba señal pero no lo cogía nadie. Tras el segundo intento he dejado el teléfono sobre la mesa. Ojalá esté bien.
Ojalá.