lunes, 27 de enero de 2020

-ESCRIBIR A MÓNICA
-COMPRAR PIENSO



Últimamente he estado más liada con el tema laboral. Hace un par de semanas que tengo otro trabajo más: ahora soy enfermera, anilladora y una chica muy ocupada.
Todo empezó hace un mes, llevaba cuatro meses en la ciudad y no sabía dónde podía tatuarme. Paseando por un barrio de estudiantes encontré un local con una estética realmente impactante. Entré. Un par de días después me estaba tatuando. El sonido de la máquina era como una leve música que acompañaba conversaciones y pensamientos.
-Y, ¿eres de aquí?
-Estuve en Santander trabajando, pero ahora he vuelto.
-¿Por trabajo?
Suspiré.
-Por morriña. Pero conseguí trabajo al poco. Estoy trabajando en unas urgencias pediátricas.
-¿Enfermera? ¿Doctora?
-Ajá, enfermera.
La tatuadora paró el rotor de su máquina y me miró fijamente.
-Estamos buscando un enfermero… o enfermera, para hacer piercings.
-Uhm.

Ahora soy pluriempleada.
Sinceramente, este segundo trabajo me ha venido de bastante bien. La semana pasada recibí, al igual que mis compañeras de urgencias, un correo que no pintaba bien en absoluto:

Buenas tardes,
Para mañana día 17 hay programada a las 18h una reunión del personal de enfermería con la gerencia del hospital, cuyo objetivo es tratar cambios recientes respecto a las condiciones salariales.
Un saludo.



Conclusión: bajada de sueldo.